lunes, 1 de junio de 2009

MUERE EL HOMBRE, NACE EL MITO





Este es el caso de la muerte de dos hombres que ya marcaron historia con lo que han dejado escrito en las memorias del mundo. Uno con sus versos, su canto, sus letras y el otro con la fantástica narrativa, su poesía, su prosa. Rafael Escalona y Mario Benedetti dos figuras que trascendieron su arte, dejándonos como legado sus más profundos pensamientos, expresados en lo más lindo que construyeron; la música y la literatura.
MARIO BENEDETTI, escritor uruguayo murió en Montevideo a la edad de 88 años. Benedetti, quien padecía un delicado estado de salud, estaba en su domicilio de la capital, uruguaya al momento de morir. El escritor estuvo hospitalizado cuatro veces el año pasado en Montevideo debido a diversos problemas físicos.
La primera vez entre enero y febrero de 2008, la segunda vez en marzo, y por tercera vez, en mayo del pasado año; la última, desde el pasado 24 de abril hasta el 6 de mayo. Benedetti fue autor de más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, así como de guiones de cine, fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) y el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005).
Su última obra publicada, el poemario "Testigo de uno mismo", fue presentada en agosto del año pasado, "Él siempre dijo que se sentía más poeta que otra cosa", señaló la biógrafa del escritor, Hortensia Campanella, cuando presentó hace unos meses el libro "Mario Benedetti. Un mito discretísimo", con el que trazó la trayectoria de uno de los mitos de la literatura hispanoamericana del siglo XX y quizá la conciencia poética de todo un continente. Esa poesía se convirtió en el único báculo para afrontar sus últimos años, tras la muerte en 2006 de su esposa, Luz López, su compañera desde hacía más de seis décadas y su mejor crítico.
La poesía dejó también mucho espacio para la prosa en la obra de Benedetti y así su principal novela, "La tregua", es uno de los faros de la literatura del continente, con más de 140 ediciones en 20 idiomas desde su publicación en 1960. También dedicó tiempo a los cuentos, en los que "cada palabra tiene valor por sí misma". El cuento "es el género más gratificante, tanto para el autor como para el lector", pues "desde tiempo inmemorial a las personas les gusta que les cuentes cosas, y a algunos nos gusta contarlas", decía el autor de "Geografía", "La vecina orilla" o "Montevideanos".
Tanto la prosa como la poesía de Benedetti fueron reconocidas con amplitud.
RAFAEL ESACLONA, falleció el miercoles 13 de mayo en la fundación Santa Fe de Bógota, a las 4:36 pm, de un paro respiratorio despues de varios días de hospitalización; él entro por última vez a la clínica el 4 de mayo, padecía de cancér, tenía débil el corazón y además tenía una insuficiencia renal.
Su mejor amigo era el pueblo. Así quedó consignado por familiares y amigos el día de la despedida del maestro Rafael Escalona, pues desde tempranas horas de la mañana, varios estudiantes de distintas Universidades se dieron cita en Sayco, para ver por última vez a uno de los grandes iconos de la cultura colombiana. “Murió el maestro pero dejó su legado”, decía un aficionado a su música.
En el momento de la eucaristía, donde muchos de sus familiares no pudieron contener las lágrimas, pues no sólo se fue el compositor sino también un padre, esposo y amigo.
Hacia las 5 de la tarde el cuerpo del compositor fue trasladado, en el avión presidencial, a Valledupar, donde lo esperaban familiares y amigos que en medio de homenajes vallenatos le dieron su despedida.

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